Thursday, November 18, 2010

La educación del estoico - Fernando Pessoa

 “Tengo todas las condiciones para ser feliz, salvo la felicidad. Las condiciones están desligadas unas de otras.”
-Fernando Pessoa (Barón de Teive)

En contra de lo que su nombre puede llevar a pensar, La educación del estoico no es un manual para vivir de acuerdo a esa filosofía de vida. Este es un libro escrito por Álvaro Coelho de Athayde, decimocuarto Barón de Teive, un noble portugués, que deja por escrito sus últimas reflexiones antes de quitarse la vida dejándose caer sobre una espada, a la usanza de los antiguos romanos.

Al leer el libro, descubrimos que el Barón fue “rencoroso y vengativo en la infancia”, aunque más tarde perdió “esa mezquindad del exceso de sensibilidad”. El barón de Teive no fue hábil con las mujeres y le mutilaron la mitad de la pierna izquierda, operación para la cual pidió que no le pusieran anestesia general. Antes de escribir el manuscrito que legó a la posteridad, produjo dos escritos que hizo trizas y tiró al fuego porque no eran tan buenos como él quería. Su vida, según él mismo, se vio paralizada por “el escrúpulo de la precisión, la intensidad del esfuerzo para ser perfecto”, los cuales, “lejos de ser estímulos para actuar, son facultades íntimas para el abandono”. De tal forma, al meditar sobre su fracaso con las mujeres (que acaso sea voluntario), llega a la siguiente conclusión:

“El escrúpulo es la muerte de la acción. Pensar en la sensibilidad ajena es estar seguro de no actuar. No hay acción, por pequeña que sea – y cuanto más importante, más cierto es esto -, que no hiera a otra alma, que no ofenda a nadie, que no contenga elementos de los que, si tenemos corazón, no nos tengamos que arrepentir. Muchas veces he pensado que la filosofía real del eremita acaso consistiera antes en evitar ser hostil, por el simple hecho de vivir, que en tener cualquier pensamiento directamente relacionado con aislarse.”

El barón de Teive es pura razón. Y al descubrir que la razón no basta para vivir decide suicidarse. Que cada quien interprete como pueda esa metáfora...

*******

Yo leí la edición de este libro publicada por El Acantilado. Este bello y elegante volumen, como toda edición de los libros de Pessoa que se precie de ser seria, incluye las variantes que el propio autor hizo en sus manuscritos o textos mecanografiados. Además, el libro está comentado por Richard Zenith, traductor de los textos de Pessoa al inglés. En una práctica que me parece debería ser adoptada por todas las casas editoriales, el comentario de Zenith está al final del libro, dejando así al lector descubrir el texto por sí mismo en una primera lectura e invitándolo a realizar una segunda después de leer el comentario de un experto.

La educación del estoico es una interesante colección de pensamientos cortos y aforismos. A continuación reproduzco algunas de ellas. Los fragmentos que están en inglés fueron escritos en esa lengua originalmente. Es interesante ver cómo el inglés de Pessoa se "aportuguesó", conforme se fue alejando de su niñez sudafricana (La educación del estoico fue escrito pocos años antes de la muerte del propio Pessoa). Más interesante resulta especular sobre si esta pérdida de pureza lingüistica fue uno de los elementos que llenó a su vida de frustración. 


“La dignidad de la inteligencia está en reconocer que es limitada y que el universo existe fuera de ella. Reconocer, con disgusto o no, que las leyes naturales no se someten a nuestros deseos, que el mundo existe independientemente de nuestra voluntad, que el hecho de estar tristes nada demuestra sobre el estado moral de los astros, ni siquiera de la gente que pasa delante de nuestras ventanas: en eso está el verdadero uso de la razón y la dignidad racional del alma.”

“Suppose a romantic falls in love with a girl of a higher social station, and that this difference in class prevents their marriage or, perhaps, love on her side, for social conventions go deep into the soul, as informers often ignore. The romantic will say: “I cannot have the girl I love because of social conventions; therefore, social conventions are bad”. The realist, or classicist, would have said: “fate has been unkind to me in making me fall in love with a girl I cannot have”, or “I have been imprudent in cultivating an impossible love”. His love would not be less; his reason would be more. It would never occur to a realist to attack social conventions on the score that they produce such results for him, or individual troubles of any kind. He knows that laws are good or bad generally, that no law can fit in particular cases. But he does not conclude that there should be no law; he concludes only that the people involved in those particular cases have been unlucky.”

“To make realities out of our particular feelings and dispositions, to convert our moods into measures of the universe, to believe that, because we want justice or love justice, Nature must necessarily have the same want or the same love, to suppose that because a thing is bad it can be made better without making it worse, these are romantic attitudes, and they define all minds which are incapable of conceiving reality as something outside themselves, infants crying for sublunary moons.”

"'I am shy with women; therefore there is no God' is highly unconvincing metaphysics."

“Hijos, más vale estar a la sombra de un árbol que conocer la verdad, porque la sombra del árbol es verdadera mientras dura, y el conocimiento de la verdad es falso en el conocimiento mismo. Más vale, para un entendimiento justo, el verdor de las hojas que un gran pensamiento, porque el verdor de las hojas puedes enseñarlo a los demás, y nunca podrás enseñar a los demás un gran pensamiento. Nacemos sin saber hablar, y morimos sin haber llegado a saber decir. Nuestra vida pasa entre el silencio de quien calla, y el silencio de aquél que no ha sido entendido y, en torno a esto, como una abeja que revolotea en un lugar sin flores, ancla, incógnito, un destino inútil.”

No comments:

Post a Comment