En términos musicales, los cantantes catalanes están, para ponerlos en términos llanos, cagados. Si cantan en catalán, el resto de España los acusa de "nacionatas". Si lo hacen en español, los catalanes los acusan de hacer concesiones al (det)Estado Español (o Espanyol, según el lado de la frontera en la que uno se encuentre). La politización de la música catalana es una lástima para los que intentamos escribir sobre música. Cualquier crítica que se haga a la música catalana terminará derivando en politiquería o, en los pocos casos en que se evalúe a una obra de música en catalán por sus méritos artísticos, o la falta de ellos, se acusa al autor de hacer concesiones a los nacionatas o a los panegiristas del Estado Espanyol según las filias y las fobias del lector.
En 1989, Serrat sacó Material Sensible. La mayoría de los discos que Serrat sacó en los 80, los 90, y la primera década del siglo XXI, son malísimos, y algunos son solamente mediocres. Creo que el propio Serrat lo reconoce. En sus giras más recientes, incluyendo la que hizo con Sabina, por lo general sólo incluye sus canciones más viejas, algunas de las que hizo con Benedetti, y pocas de las nuevas. El problema con los discos de Serrat son los arreglos que, o abusan de los instrumentos de viento, o parecen sacados de un anuncio de Bacardí, o son una copia de mala calidad de una producción anglosajona. Como ejemplo de lo primero está "Barcelona i jo". Está científicamente comprobado que el ser humano promedio empieza a detestar el tible después de oir esta canción más de 5 veces consecutivas; lástima, porque el tible es el instrumento musical típico de Cataluña. De hecho, en inglés, y según Wikipedia, tible se llama Catalan shawm. "Si no fos per tu" es la canción de este disco para la que Serrat hizo un outsourcing de los arreglos musicales a Bacardí. Finalmente, "Malson per entregues" tiene el inconfundible teclado ochentero y Ana Belén hace los coros, así que ya se podrán imaginar qué tipo de canción es.
No quiero dar la impresión de que Material Sensible es un fracaso absoluto. El catalán ofrece posibilidades musicales con las que el español apenas puede soñar, y Serrat las aprovecha al máximo. "En paus" es uno de los experimentos musicales más interesantes que he oído y es, desde mi perspectiva, la mejor canción del disco; "Salam Rashid" cuenta con la participación de Paco de Lucía, lo cual debería de ser, en sí mismo, garantía de calidad. "Kubala" también es un experimento interesante, aunque me parece que no salió bien: abusa del carácter pueril y chabacano del fútbol.
Material Sensible es, en resumen un disco con algunos momentos memorables y otros para olvidar. En todo caso, es mucho mejor que, por ejemplo, Sombras de la China, cuyos arreglos sí parecen hechos en un teclado Yamaha en la sala de Serrat un domingo por la mañana.
Obviamente, con esta crónica espero que, al haber sido crítico de Material Sensible me gane la simpatía de los anticatalanistas y que, al haber dicho que es menos malo que Sombras de la China, disco totalmente en español, los catalanes me consideren uno de los suyos. Así es la política regional española: irresolvible.
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