Saturday, March 5, 2011

El Diablo - Giovanni Papini



(…) es lícito creer que una de las consecuencias de ese fin será también el final de la rebelión, o sea el feliz retorno de Satanás y de los suyos al esplendor de la eternidad.
-Giovanni Papini

Giovanni Papini fue un escritor fascista italiano que vivió durante la primera mitad del siglo XX. Sus dos libros más importantes son Gog y El Libro Negro, que presentan las anotaciones del diario de Mr. Gog, un excéntrico millonario que tiene encuentros y conversaciones con los personajes más influyentes y famosos  del mundo. Las descripciones y caracterizaciones de los personajes hechas por Gog son tan reales que, en algún momento, el lector duda si es un personaje de la imaginación o un hombre de carne y hueso.

Como la palabra fascista genera miedo, Papini ha pasado al olvido histórico, cosa que es una lástima. Sus textos arrojarían mucha luz sobre los vínculos intelectuales entre el catolicismo y el fascismo. Su Historia de Cristo, un panegírico descafeinado de los Evangelios publicado poco después de la Primera Guerra Mundial, cierra con una devotísima oración a dios pidiéndole por el establecimiento de una paz eterna donde reinen los valores cristianos y se eliminen los vicios que llevaron a Europa al conflicto más grande vivido hasta entonces. Los parecidos con las ofertas políticas y sociales de Mussolini no son coincidencia.

Papini está prácticamente olvidado gracias al pacifismo y al buenismo analfabetas, hijos de lo políticamente correcto, que creen que los males del mundo pueden desaparecer si los dejamos de nombrar. España es quizá el país más afectado por este deseo colectivo de ser analfabeta, como bien señala (y combate) Arturo Pérez Reverte en artículos como este.


Papini escribió El Diablo hacia el final de su vida. En él, Papini señala como producto del diablo, entre otros, a los siguientes personajes y acciones: volar en avión, la ciencia, las mujeres (todas), Paganini, Sartre, Lord Byron, John Dos Passos, Verlaine, Francia (es en serio), y un montón de cosas más. Como cualquier persona que crea lo que dice la Iglesia Católica, Papini detesta todo lo que huela a progreso.

Desde un punto de vista teológico, Papini reivindica la teología de Orígenes, según la cual dios, al ser amor infinito, terminará perdonando al diablo. (En este momento, y a fin de aumentar el morbo de mis lectores, quizá sea conveniente destacar que Orígenes se castró porque eso le pareció que decía un pasaje de la Biblia. La historia de la castración de Orígenes no está en Wikipedia, pero sí en este link)

Obviamente, la idea de un dios que sea todo amor no le gustó a la curia católica, que siempre ha tenido la idea de que dios es justicia infinita.

La discusión sobre la prevalencia de la bondad o la justicia de dios muestra que discutir sobre él no tiene sentido. Los hombres no podemos reconciliar la idea de justicia infinita con la de bondad infinita. Va más allá de nuestra capacidad. No obstante, asumiendo que dios exista, y que sea algo parecido a la idea que la mayoría de las religiones tienen de él (un ser superior que todo lo puede), él sería capaz de reconciliar los dos conceptos de formas que van más allá de nuestro entendimiento.

Pero entonces, la teología  pierde todo valor; el ejercicio de meditar sobre dios se revela vano e inútil. Quizá por eso a ningún teólogo le gusta lo que escribí en el párrafo anterior… (tienen que comer de algo)

Papini también dice que Berlioz es producto del diablo por escribir una ópera basada en el mito de Fausto: 

2 comments:

  1. Me parece que este artículo no le da mucho crédito a Geovanni Papini. En realidad su publicación El Diablo, no dice que sean producto del diablo todos los que se señalan en la redacción, más bien, señala que "han sido utilizados de alguna forma sin que el Diablo se haya dejado notar", señala que el razonamiento de algunos ingenuos en creer que el diablo no existe, es muy infantil, ya que hasta la fecha seguimos hablando de él, y es precisamente cuando cita a los poetas y escritores y gente que ha sido utilizada para darle publicidad al diablo, pero este último se mantiene como si no fuer él quien inspira. "Tira la piedra y esconde la mano" - en palabras de Papini. Por otro lado, estoy de acuerdo en que es un desperdicio querer esconder a un gran escritor, no se le ha dado tanto auge en nuestro país, quizá sea por el facismo que señala el artículo, ojalá y algún día sea desempolvado sin reservas, y todos sus libros puedan ser ofrecidos como un gran escritor que fue. Saludos.

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