En Tránsito es,
como otros discos producidos por Joan Manuel Serrat en los años 1980, una producción musical sin grandes
momentos memorables. En Tránsito no es un disco desagradable; a diferencia de otros discos
de Serrat de la época, los arreglos son relativamente decentes (a excepción,
quizá, de “Las malas compañías”, cuya trompetita entre estrofa y estrofa es un
auténtico martirio). En épocas
recientes, Serrat ha intentado reciclar “Esos locos bajitos”, “Hoy puede ser ungran día”, y, en dueto con Joaquín Sabina, “No hago otra cosa que pensar enti”.
Salvo algunos destellos como El Sur También Existe, la trayectoria de Serrat en los 80 y 90 es
tan triste que es realmente sorprendente que tenga una base de seguidores tan
sólida. En algún momento pensé que se trataba de nostálgicos de los “discos
buenos” de Serrat (los de fines de los 60 e inicios de los 70), pero no, el
fenómeno es más profundo. Me imagino que, para alguna gente, mucha gente,
Serrat simplemente llega al corazón.
En Tránsito no es un disco recomendable. Las
versiones actuales de las tres canciones que mencioné arriba son mucho mejores
que las originales. De todos los demás temas, quizá el único que valga la pena es “A quien corresponda”. Quizá.
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