Friday, December 9, 2011

Historia de la guerra del Peloponeso - Tucídides

I

La Historia de la guerra del Peloponeso fue el primer libro publicado por la Editorial Porrúa que leo en poco más de 10 años. Como muchos lectores hispanohablantes, crecí con la idea de que Porrúa le hace un gran favor a la cultura de Hispanoamérica al poner grandes obras de Literatura e Historia al alcance del gran público a un precio relativamente bajo.

En honor a la verdad, y en perspectiva internacional, Porrúa es una basura. Los que crecimos creyendo que Porrúa le hace un favor a la cultura fuimos influenciados por una tremenda cantidad de prologuistas que así lo afirman en todos y cada uno de los libros publicados por la propia Porrúa, cuasimonopolio privado que recibía (seguramente todavía recibe) una gran cantidad de subsidios para vendernos productos caros y malos. Debería haber un grupo en Facebook que se llamara "yo también odié la lectura por el formato a dos columnas de Porrúa". En el caso de la Historia, la falta de mapas o imágenes con las formaciones de la batallas hace que uno se pierda fácilmente o que se haga imágenes en la cabeza que no corresponden con la realidad. A diferencia de lo que pasa en el mercado de habla hispana, donde las versiones de la Historia son las de Porrúa y las de algunas universidades públicas que, valientes o con presupuesto ocioso financian la traducción de algún académico valiente, en el mercado de habla inglesa hay varias ediciones que compiten entre sí y se venden relativamente bien. A fin de atraer lectores, ahí sí, la Historia se acompaña de mapas, pies de nota explicativos, comentarios de historiadores, etcétera. Destaca, por ejemplo, la versión de Strassler que, puestos a hacer cuentas, sale más barata en pesos mexicanos que la de Porrúa (excluyendo gastos de envío). El equivalente a la edición de Porrúa (texto sin explicaciones, ni introducción, ni nada), puede ser bajado gratis del sitio de Amazon para ser leído en Kindle.

Sirva esto para que queden patentes las diferencias entre el concepto de "popular": en el mercado hispanohablante, el término implica productos de mala calidad desconectados de lo que demanda el mercado, y que da igual que se vendan o no, porque igual el gobierno va a pagar por ellos. En el mercado anglosajón, "popular" quiere decir ofrecer productos basados en la necesidad y gustos del mercado a fin de hacer dinero vendiéndole a la base de la pirámide.

Porrúa seguirá vendiéndole productos malos a la gente, aprovechándose que la gente a la que le interesa la cultura no tiene acceso a los productos del mercado angloparlante por razones económicas o políticas (la gente que lee es, por lo general, de izquierdas y viene de medios desfavorecidos o cree que leer y hablar inglés es una concesión al Imperio) , y de que la mayoría de la gente que sí tiene acceso no les interesa leer (la gente que habla inglés lo hace porque fue a escuelas de pago donde aprendieron inglés pero tienen seso hueco y sólo se preocupan por sus yates y sus gramos de cocaína).

II

Ser considerado el padre de una disciplina es un mérito en sí mismo. serlo de dos es sinónimo de que uno es un ser humano de excepción. Tucídides fue el padre de las Relaciones Internacionales (las mayúsculas denotan que nos referimos a la disciplina y no a la actividad) y comparte el honor de ser el padre de la Historia con Heródoto (desde mi perspectiva, el título debería corresponder exclusivamente a Tucídides, ya que Heródoto ve la Historia como un ejercicio moralizante no científico, pero, dado que fue conocido mucho antes que Tucídides en Occidente, la convención es que Heródoto sea considerado "Padre de la Historia").

La obra de Tucídides es lectura obligada en todo programa de Relaciones Internacionales con visos de seriedad. En particular, el diálogo de los melios dio origen, junto con el Príncipe de Maquiavelo y el Leviatán de Hobbes, a la disciplina de las Relaciones Internacionales. Mucha gente cree que estas tres referencias bibliográficas dieron origen exclusivamente a la escuela Realista, lo cual es un error. El primer libro de RI "puro" es The Twenty Years Crisis, que es un libro Realista, además de que el objetivo de las escuelas no-Realistas es, precisamente, intentar probar que esta escuela de pensamiento, con su nihilismo y su pobreza intelectual, está equivocada.

No puedo recordar un libro de Historia, actual o viejo, en el que el autor no editorialice su relato de los hechos. Esa es quizá la característica más sobresaliente de la obra de Tucídides: con su lenguaje lacónico y su pretensión explícita de solamente relatar los hechos, sin intentar moralizar, deja que el lector se forme su propia opinión de los hechos. No hay que creer, no obstante, que no hay héroes en la Historia de Tucídides. Como buen drama griego, hay dos: el primero es el hombre, específicamente, el estadista que es capaz de anticiparse a los hechos, poner los intereses y la supremacía de su país por encima de todo, y convencer a sus pares de la ruta a seguir. El segundo es una heroína: la fortuna, que puede darle la espalda al mejor de los estadistas y sonreírle al peor de los demagogos. El único juicio de valor explícito que pronuncia Tucídides tiene lugar cuando narra la muerte de Pericles por la peste. A partir de ese momento, todo empieza a oscurecerse para Atenas...

III

Con 2,300 años de perspectiva, es evidente que la Guerra del Peloponeso significó la ruina de Grecia. A los líderes griegos les faltó visión para ponerse de acuerdo en invadir a Persia o Egipto y expandir la cultura helénica por el mundo. Ese era su interés y no, como creen los Realistas (y quizá el propio Tucídides), pelear entre sí en rencillas que se revelan totalmente provincianas cuando se ponen las cosas en perspectiva. No fue sino hasta la llegada de Alejandro Magno que la cultura griega comenzó a expandirse por el Mundo, y Alejandro ni siquiera era griego. 

Tucídides no terminó de escribir su obra (se quedó en el año 21 de los 27 que duró el conflicto entre Esparta y Atenas). Un mito romántico sugiere que lo envenenaron y que su hija le entregó el manuscrito a Jenofonte, que narró los seis años que le faltaron a Tucídides, aunque en un estilo totalmente distinto. Obvio, la versión del siglo XXI de este mito es que la hija de Tucídides era amante de Jenofonte.

Es una lástima que Tucídides no haya podido terminar su obra. A la fecha presumida de su muerte, las dos grandes potencias griegas ya no eran Esparta ni Atenas, sino Corinto y Tebas, que siempre fueron dos ciudades menores durante el período de esplendor de Grecia. Cincuenta años después, Filipo II, padre de Alejandro Magno, conquistaría toda Grecia. Si Tucídides hubiera terminado su obra, quizá podríamos ver si se dio cuenta de las implicaciones históricas de los hechos que cuenta. Si su relato es un reflejo de lo que Tucídides pensaba, me parece que no percibió el conflicto como el inicio de la decadencia de Grecia. Aunque, por otro lado, dado que el objetivo de Tucídides es solamente narrar lo que pasó, no podemos saber lo que en realidad pensaba sobre el presente y el futuro.

Escribo esto porque se ha puesto de moda hablar de la caída del "Imperio estadounidense" tras la crisis financiera de 2007-08. No pretendo faltar el respeto a los agoreros y a los editorialistas profesionales, pero es muy raro que la gente se dé cuenta de la caída de una civilización o de un imperio en tiempo real. El único caso que me viene a la mente en el que era evidente que el momento histórico de un país había pasado fue el Reino Unido tras la Segunda Guerra Mundial, pero eso era demasiado obvio. Por otro lado, en Estados Unidos se ha hablado del declive del país prácticamente desde su independencia (la "declinología" es algo tan estadounidense como el pie de manzana o el béisbol) y cada vez que atraviesan un período de crisis han resurgido con más poder en términos absolutos y relativos. Ese delirio constante de decadencia es lo que hace que los estadounidenses sean tan competitivos, aunque no sea algo sano a nivel individual. 

Así que no hay que echar campanas al vuelo ni ponernos a llorar por la caída de los Yankees. Si está pasando en realidad, lo más seguro es que no nos estemos dando cuenta y de que sucesos que ahora parecen menores sean los que, dentro de unos años, se perciban como "fundamentales puntos de quiebre".

IV

Hasta en los programas medianamente serios de Relaciones Internacionales e Historia hay alumnos vagos, muchos de los cuales, quizá, lleguen a este blog buscando una reseña de la Historia para copiarla y presentarla como propia. No la encontraron en este blog, pero a continuación les presento el primero de una serie de podcasts que pueden ahorrarles el tiempo de leer las casi 500 páginas del tabique de Tucídides. No sean malos y denle like; en el mundo hispanohablante necesitamos que gente como el autor de este podcast se motive y ponga a disposición bienes culturales gratis para todos:

1 comment:

  1. Recuerdo mis ediciones de los rusos en Porrúa, Iván Karamazov era Juan, luego seguía Alejo, Demetrio. A Pulkeria Raskolnikova, a pesar del riesgo evidente que cualquier buen bebedor hubiera detectado, le pusieron el acento en la i, y quedó: Pulkería. La lista es interminable, y por eso podríamos afirmar que un clásico es un libro que resiste hasta una edición de Porrúa.

    Hablando de la guerras del Peloponeso, una obra que podría describir la decadencia de Atenas y la posible decadencia de Estados Unidos (para entrarle al juego de los gringos) es Lisístrata de Aristófanes. Ahí se explica muy bien que, sin cojín ni valoración femenina, los soldados tienen muy pocos motivos para luchar. Sólo que estén muriendo de hambre, y ahí ya entra el tema de los partisanos, pero en fin.

    Muy bueno el post!

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